Rodeado de montañas pertenecientes al Sistema Bético, el municipio yace sobre zona llana, terrenos fértiles bien aprovechados para cultivos dedicados a la uva de mesa, uva de vino, perales, almendros y olivos.
La vegetación autóctona está formada, principalmente, por: pinos, encinas, coscojas y romero. El paisaje evidencia los orígenes agrícolas del municipio: tipo de cultivos, la arquitectura rural tradicional (casas de labor), corrales y, como no, los tradicionales muros de contención de terrazas agrícolas, primorosamente realizados con la técnica de la piedra seca.
Una gran oportunidad para descubrir toda esta riqueza natural y etnológica, es realizar la ruta de senderismo “P.R.V.-255 Sendero de Jaime el Barbudo”, inaugurada en diciembre de 2002. El recorrido es de unos 10,20 Km., con dificultad baja-media ascendiendo al Picacho de San Cayetano y al cerro de Sant Juri). A lo largo de la ruta se aprecian las impresionantes vistas del valle por el que se desarrolla el término municipal. Aproximadamente a mitad del recorrido existe un mirador desde el que podemos ver el Mar Mediterráneo.